Don Juan

Publicada en 1963, esta novela es una nueva versión del mito de “Don Juan”, en la que este personaje vive en París, en pleno siglo XX, acompañado de su criado Leporello. La acción retrocede al siglo XVII para explicar la figura del burlador en aquel tiempo en Sevilla, y vuelve finalmente a la época actual.
Es una obra de Gonzalo Torrente Ballester profundamente intelectual, que pretende calar en los estratos del ser humano, en su cerebro, corazón, inteligencia y voluntad. Ese afán interiorizador se resuelve en densos planos psicológicos, descritos con buena prosa y con un don especial para la captación de tipos y ambientes. El autor demuestra un indudable dominio de la forma narrativa, con una estructura novelística muy cambiante y cuidadosamente elaborada. El relato tiene partes en las que un narrador, fácil de identificar con el autor mismo, lleva el hilo de la trama, y otras que se desarrollan a la manera de un drama teatral representable. A esto hay que añadir la inclusión de dos bloques independientes, en los que se da libre curso a la fantasía. La novela resume muchas versiones de “Don Juan”, entre ellas las de Tirso y Zorrilla, pero aquí el burlador es inmortal, lo que explica que no esté en el cielo ni en el infierno. “Don Juan” es la encarnación del pecado, entendido como un desafío al mismo Dios, y las mujeres son el instrumento que escoge para manifestar esa enemistad con el Creador. En todo momento está presente el sentimiento de la culpa y el convencimiento de que al final Dios vence y el pecador es vencido. Algunos pasajes del libro tienen un tinte sensual que pierde fuerza entre los numerosos razonamientos dialécticos.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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