El vino del estío

En tres prodigiosos meses, Douglas observa, escucha, saborea las sorpresas rituales de un verano: el descubrimiento de la vida y la muerte, el último tranvía, la limpieza de las alfombras, la aparición de las hamacas en los porches, la cosecha del “vino del estío”… pero también máquinas y magias extraordinarias: la Máquina de la Felicidad que casi destruye la felicidad de su inventor; la Máquina Verde, que pasea a dos viejas señoras por las calles del pueblo; la Máquina del Tiempo en el cuerpo de un viejo coronel; la Mujer Máquina, la terrible y fabulosa Madame Tarot… Ray Bradbury vuelve a asombrarnos con su sentido de anticipación distópico.

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