Al morir don Quijote

Al morir Don Quijote”, la sobrina, el ama, Sancho Panza, el bachiller Sansón Carrasco y otros personajes de la inmortal novela cervantina siguen viviendo en el innominado pueblo manchego donde se asentaba la casona de los Quijano. Andrés Trapiello se arriesga en esta novela, homenaje al IV Centenario de la publicación de la primera parte de «El Quijote» (1605), a prolongar la existencia de estas criaturas de ficción en los meses siguientes al fallecimiento del hidalgo.
El autor demuestra conocer bien el Quijote y la vida y personalidad de Cervantes, y a la vez parece opinar que la brillantez del anacrónico caballero andante debe mucho a la vulgaridad campesina del ambiente en que surge. En torno al héroe, Trapiello traza unos tipos humanos bastante grises, a excepción de Sancho, en un entramado cotidiano bien escrito y en cierto modo muy cervantino, pero nada quijotesco, que se parece más a la biografía real de don Miguel que a la ficticia de don Alonso.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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