Sherlock Holmes no ha muerto

Cuando sir Arthur Conan Doyle convirtió en personaje popular su Sherlock Holmes, el público incondicional, habituado a leer novelas por entregas en los periódicos y revistas, demandó vorazmente nuevas historias ingeniosas y divertidas. Su autor, que sin duda prefería el relato corto a la novela de gran extensión, publicó varias decenas de nuevos casos para lucir la perspicacia de su detective y entretener los mejores ratos de sus lectores fieles. En esta selección –traducida nuevamente por Amando Lázaro- se incluyen siete de las aventuras favoritas del propio Doyle, que fueron seleccionadas por la revista Baker Street Journal en 1959.

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