Numancia

El cerco de «Numancia» es el primer episodio que dota a lo hispano de unos rasgos propios que lo acompañarán ya para siempre. La denodada y heroica lucha contra la injusticia, el amor a la libertad, el sacrificio personal por una causa justa, incluso en combate desigual, son virtudes que marcarán la identidad de un territorio, aun antes de que sus límites estuvieran siquiera fijados, y que darán lugar a expresiones tan nuestras como numantino o quijotesco.

Tras la derrota y destrucción de la ciudad púnica de Cartago a mediados del siglo II a. C., Roma extiende su dominio por el Mediterráneo conquistando territorios y tribus hasta convertirse en un vasto imperio. Aracos es un joven celtíbero de origen humilde que, si­guiendo el consejo de su padre, entra a servir al ejército romano para conseguir fortuna y tierras. A ese mucha­cho nada le hace pensar que acabará siendo el líder de la férrea lucha que convirtió a «Numancia» en símbolo de la resistencia frente al poder invasor y en uno de los mitos hispánicos más celebrados.

Durante los veinte años que duró el asedio de Numancia por parte de las tropas romanas, para vergüenza de su clase política y militar, los celtíberos, un heterogéneo conglomerado de tribus y ciudades diversas, opusieron una resistencia que constituyó un hito en la historia, en una lucha a todas luces abocada al fracaso.

José Luis Corral compone una novela histórica llena de realismo y verosimilitud conjugando perfectamente los datos históricos con comportamientos plausibles de los personajes ficticios.

Deja un comentario