Marianela

Novela sentimental que narra la idílica amistad del hijo ciego de un rico hidalgo y una muchacha pobre, huérfana y de cuerpo desmedrado, que le sirve de lazarillo. Cuando un médico opera al invidente, la infeliz “Marianela” comprende que su amigo podrá comprobar que no es como él la había imaginado.
La obra (1878) precede a la etapa naturalista de Benito Pérez Galdós, aunque ya la anticipa en ciertos puntos. El argumento es sencillo y también lo es su desarrollo lineal, que dura pocos días y se reduce a unos cuantos sucesos en torno al momento clave de la operación quirúrgica y su éxito. Los personajes que rodean a la pareja central son más abstracciones representativas de tipos humanos que seres individualizados con características propias. Constituye el auténtico nudo novelístico el choque entre el extremado idealismo que envuelve la relación de “Marianela”con su amo y el realismo simbolizado por la aparición del oftalmólogo, ejemplo típico del sabio positivista que sólo cree en la razón y el progreso. Víctima de este encuentro muere “Marianela”, la más débil, en un desenlace que encierra todavía algo de romántico y pone de manifiesto que el autor no estudiaba muy a fondo el perfil psicológico de los personajes, sino que los hacía actuar por vías fáciles y convencionales. El estilo, frondoso y declamatorio, tiene pasajes muy bien conseguidos junto a otros que hubieran requerido una labor de depuración. Las tesis que aquí se desarrollan son muy características del autor: entusiasmo por el progreso y la ciencia, crítica del conservadurismo burgués e interpretación filantrópica del regeneracionismo social, muy dentro del pensamiento liberal decimonónico.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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