Fuego y agua

El relato hacia la conversión al catolicismo de este iraní tiene interés como itinerario intelectual y vital de rebeldía y de búsqueda sincera de la verdad. La historia comienza en Irán, donde nació y vive el protagonista. Sus padres intelectuales y artistas le ofrecen una educación vinculada a la tradición persa pero que mira a occidente y a su cultura, especialmente a los Estados Unidos. Los abuelos representan la tradición musulmana. La familia pertenece a una clase media que vive sin estrecheces y que tienen que soportar el cambio tan radical que sufre el país con la llegada de los ayatolás. La música, las películas, la literatura y, en general, todo lo que venga de occidente es absolutamente reprimido y la libertad está ausente de la vida diaria, haciéndose sentir en muchos detalles.
Sohrab Ahmari logra su sueño de emigrar a EEUU acompañado de su madre y se instalan en el Estado de Utah, mormón confesional y donde la presión de la religión es muy fuerte. Y aquí comienza el primer choque con el país de sus sueños: ya no es el país que había idealizado porque los puntos negativos comienzan a emerger ampliados con su crisis de rebeldía adolescente.
Sus lecturas son cuidadosamente elegidas para nutrir esos sentimientos críticos y rebeldes y Sohrab acaba por desconfiar de todo, del hombre y de la sociedad, y desemboca en un marxismo extremo. Estando en la universidad, continúa con unas lecturas que disecciona con detalle y que le llevan a un alejamiento total de la vaga idea que tenía de Dios y a una crítica a todo tipo de religión. Sin embargo, hay un primer brote religioso al toparse con una Biblia, leer el evangelio de san Mateo y descubrir el pasaje en el que Jesucristo anuncia su muerte en la cruz.
El autor canaliza sus inconformistas ansias interiores a través de un trabajo de voluntariado, pero lo hace compatible con frecuentes fiestas, sexo desenfrenado y uso excesivo de alcohol. De Seattle, donde se trasladada para acercarse más al marxismo, se traslada a Nueva York, donde encuentra su trabajo definitivo. En medio del caos que es su vida, acaba entrando en una pequeña iglesia de Manhattan donde se está celebrando la santa misa y recibe un primer impacto en el momento de la consagración; en ese momento vuelven a su cabeza las palabras de Mateo que le habían golpeado en su momento.
Comienzan así los años de búsqueda y reflexión más profundos, que coinciden con su traslado a Londres y que desembocan en su conversión al catolicismo. Pero el libro acaba siendo una historia crítica del pensamiento actual y de la cultura del momento, rebatiendo los eslóganes de moda y aportando una visión positiva del hombre. Son interesantes las disquisiciones sobre la importancia de la religión para el desarrollo personal y social y el análisis de varios libros de la literatura universal y ensayos en los que va desgranando a los personajes y los sucesos y aportando una visión profunda del hombre y la sociedad. Muestra una veneración admirada por el libro Jesús de Nazaret, de Benedicto XVI, al que considera imprescindible para conocer la figura de Jesús en profundidad y entender el cristianismo.
Alberto Portolés.

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