El sueño del olivar

Hamzi Mogharabi, palestino afincado en Estados Unidos, protagonista de esta novela, rememora la historia de su familia desde la Primera Guerra Mundial. Con su mujer y sus nueve hijos vive en una bella zona de olivares en Palestina; Hamzi es un hombre apasionado que lucha por la libertad de su país, frente a los otomanos primero y luego a los sionistas. Al llegar los judíos que emigraban de Europa se recrudece el conflicto, por lo que abandona su tierra y se establece en Líbano. Sus hijos continúan la saga y son testigos del nacimiento del Estado de Israel.
El libro está bien documentado, pues la autora, Deborah Rohan, estudió el tema, se entrevistó con el protagonista y viajó a Palestina para conocer el terreno. La narración, en estilo indirecto, muestra una bella historia a través de una prosa sencilla, sobria, ágil, con numerosos diálogos, que cuaja una novela entretenida e interesante. Los personajes, dibujados sin grandes pretensiones psicológicas, son capaces de ofrecer matices acertados, destacando valores humanos, religiosos y familiares, así como sentimientos y conductas positivas y nobles. El nexo entre lo novelado y los acontecimientos históricos está logrado, y se equilibran los pasajes violentos y otros entrañables, todo amalgamado con un medido costumbrismo que no empalaga. Aunque se plantea el conflicto desde la mirada de un palestino y la curiosidad de la autora por adentrarse en su mundo, el planteamiento se ciñe a los hechos sin deslizarse hacia posturas sesgadas, estereotipos o maniqueísmos. La narración no toma partido ante los argumentos e ideologías de diferente signo esgrimidos por los personajes.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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