El mundo de Juan Lobón

El mundo de Juan Lobón” es una novela costumbrista de Luis Berenguer, de proyección sociológica narrada por el protagonista, un cazador furtivo de la serranía andaluza que vive feliz en su mundo solitario y agreste y no comprende el modo de vivir de los habitantes de pueblos y ciudades.
El realismo descriptivo, lleno de fuerza, y la riqueza de vocabulario, de viva coloración rural, son los factores más destacados de la obra. El personaje central resulta idealizado, al modo del «buen salvaje» de Rousseau, frente a la doblez y egoísmo de sus más civilizados convecinos: guardias civiles, jueces, caciques, etc. El contraste entre ambas esferas es a veces demasiado radical para convencer, pero los pasajes en que Juan Lobón caza en soledad total por las crestas serranas, enfrentándose a las piezas y luchando por ellas, tiene una expresividad muy lograda. Los personajes secundarios, de extracción popular, están bien caracterizados, dando lugar con su actuación a escenas costumbristas bien conseguidas. La obra encierra una clara denuncia social, centrada en la vida española de los años cincuenta. Se atacan el caciquismo y la explotación de la ignorancia de los campesinos, no tanto por los grandes terratenientes como por los arribistas mesocráticos, carentes del dinero y la casta de aquéllos. Las quejas de Juan Lobón son tristes, aunque no demasiado amargas, aceptando con resignación las cosas como vienen y procurando encauzarlas de la mejor manera posible. El primitivismo ambiental explica ciertas normas de conducta moralmente reprobables y la crudeza, no excesiva, del lenguaje. Destaca por su enfoque positivo la breve intervención de un sacerdote.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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