El hombre y el mundo

Nuestro concepto de las relaciones entre el hombre y el mundo está en íntima relación con el problema del conocimiento, por lo que debemos indicar brevemente sus consecuencias para éste. Y sobre todo, no hay duda que el conocimiento inmediato, es decir, un conocimiento independiente de la ciencia y del saber, esconde en sí una contradicción inconciliable. Ya que este conocimiento inmediato nos muestra un mundo exterior a nosotros, nos gustaría apoderarnos de lo que ofrece y sucede ante nosotros. Pero esta adquisición no cambia de ningún modo, su existencia, sino que ésta debe seguir siendo lo que sería sin esta adquisición. En realidad, los objetos exteriores difícilmente las podríamos aprender sin modificar nuestras capacidades; estas modificaciones no sabemos qué alcance tienen. No comprendemos cómo aquellas cosas, ajenas a nosotros, se pueden unir con nosotros ni cómo pueden servir a nuestros instintos. Pero el deseo del hombre por un absoluto conocimiento demuestra, evidentemente, que se trata de un interés vital…

… Pero queda la cuestión de en qué estado es accesible para el hombre esta vida y si no se refleja poco a poco, y quizá por diferentes lados, y a costa de duros enfrentamientos y luchas. De este modo surgen problemas sobre problemas, pero, a la vez, también posibilidades que impiden una negación radical. Rudolf Ch. Eucken hizo, con su esfuerzo, del sistema de la filosofía una disciplina flexible y ello le valió el premio Nobel en 1908.

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