Dios ha nacido en el exilio

En esta obra Vintila Horia recrea la historia de Ovidio quien, acusado de corromper con su poesía a la juventud romana, fue desterrado por el emperador Augusto a la ciudad de Tomis, en el país de los dacios, la actual Rumanía. Allí el poeta vive entre la nostalgia de Roma y el descubrimiento del pueblo geta que, en su sencillez, va abriendo su corazón hacia nuevas esperanza. Parece evidente que Vintila Horia pretendió y lo consigue, en esta portentosa recreación del destierro de Ovidio, apuntar a la situación del hombre actual. El exilio no es sólo una condena, sino la posibilidad de llegar a la frontera de la tierra libre. Como señala el protagonista: ‘Augusto nos ha dado un Imperio, pero nos ha quitado el alma’.

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