Diario de spandau

Se pude enfocar la reseña desde el punto de vista biográfico y desde el literario.
No se puede olvidar que estuvo 20 años preso y al salir de la cárcel, ya sexagenario, tenía que vivir de algo y sus memorias iban a ser un buen medio para salir adelante, por no mencionar que a nadie le gusta pasar a la Historia como uno de los grandes asesinos de la humanidad-; sin embargo, según se avanza en la lectura, y tras empaparse de la información se da paso a una credulidad cada vez mayor sobre su relato. Bueno, exactamente sobre su relato no, sino sobre que él realmente lo pensaba así, o terminó pensando así.
A lo largo de los años pasa por períodos de ilusión y creatividad y por otros de desesperación e inactividad. Pero lo que le mantiene cuerdo es su gran fuerza de voluntad para seguir ejercitándose, y su determinación para inventar nuevas formas en que ocupar el mucho tiempo libre que tiene un preso.

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