Centauros del desierto

Amos y Martin deciden rescatar a dos niños que los indios comanches se han llevado consigo tras masacrar a la familia Edwars y destrozar su casa. La crueldad de los indios contrasta con la decisión inquebrantable de Martin y Amos de encontrarlos aún a costa de las dificultades y los peligros que han de afrontar. Con este sencillo argumento se crea una novela sobre la crueldad de los comanches, la dificultad de comunicarse con ellos y conocer su modo de actuar, así como la perseverancia de dos hombres que deben lealtad y amor a la familia de la que eran amigos. Martin es un chico que recogieron los Edward y trataron como un hijo y su relación con Amos es peculiar. Aunque están en desacuerdo en muchas cosas, son uno frente al enemigo. Cuando vuelve, Amos descubre que estaba enamorado de una joven a la que conoció de niño y ya no sabe cuál es su sitio en el pueblo. Su perseverancia está más allá de lo imaginable y está movida por el amor y la lealtad, por el sentido de la justicia y del deber.

Centauros del desierto” es la epopeya de unos jóvenes rudos y ásperos, cowboys que logran sobrevivir cinco largos años en las praderas, cabalgando, persiguiendo y sobreviviendo al hostigamiento de los comanches. La novela relata con emoción contenida la lealtad de estos hombres a la misión que deciden imponerse y que parece casi imposible. No saben dónde buscar a los niños que los indios han arrebatado. Recorren centenares de kilómetros tanto en invierno como en verano y se van haciendo aún más secos y parcos en palabras. Las difíciles cuestiones morales que se presentan, de vida o muerte, en los momentos más críticos de la novela son toda una lección de coraje y honor.

Alan Le May, nació en Indianápolis en 1899 y se licenció en Filosofía en la Universidad de Chicago. Escribió quince western y una cincuentena de relatos. Publicó esta novela de cowboys en 1954 y dos años después fue llevada al cine por John Ford. Quizá la película sea mucho más conocida que el libro, que ahora tiene el lector la oportunidad de disfrutar.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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