Caperucita en Manhattan

Relato, en versión moderna, de la historia de Caperucita, que esta vez vive en Brooklyn. Su mayor deseo es ir sola a Manhattan, para llevar a su abuela una tarta de fresa.

En este cuento modernizado, se pone de manifiesto no sólo la excelente calidad de la prosa de Carmen Martín Gaite, tersa y limpia, sino también su capacidad imaginativa para jugar con los elementos fantásticos, creando una atmósfera de mayor verismo que la de su relato progenitor. El hilo mágico que une a la ‘abuela‘ y al ‘lobo‘ es una mendiga que vive, de día, oculta en la estatua de la libertad, y sale de noche para remediar las desgracias humanas. El estilo está dotado de gran belleza formal, pues la escritora perfila con sencillez, como sin esfuerzo, la psicología de los personajes a base de unos diálogos sumamente ágiles, y la obra se lee con un interés creciente que no decae.

La narración pretende ser aleccionadora a través de unos protagonistas que se caracterizan por su ternura y alegría, en los que se advierte un noble deseo de vivir y de ayudar a los demás.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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