Una mirada ciega hacia la luz

«Una mirada ciega hacia la luz» nos deja oír la voz solitaria que sabe despertar en el hombre a un Dios adormecido. Un Dios que se despierta en nosotros y que nos busca, que buscamos, que nos ama y al que comenzamos a amar aunque sólo le conozcamos oscuramente, cegados por deslumbrantes apariencias, dispersos entre atractivos e intereses, pero sedientos de amor y de verdad.El mundo entero busca a Dios, porque ese mismo mundo le pide a la tierra lo que la tierra no puede ofrecerle.

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