Soledad

Novela dramática que se desarrolla en un ambiente rural catalán durante los primeros años del siglo XX. Un joven matrimonio de campesinos se hace cargo de una famosa ermita en la soledad de la montaña. La ermitaña (la santera, se diría en Castilla), casi abandonada por su marido, va identificándose cada vez más con el grandioso paisaje circundante. Víctor Catalá es el pseudónimo de Caterina Albert (L’Escala, 1869-1966), notable escritora en lengua catalana, que produjo sus principales obras entre 1902 y 1907.
La novela, de una gran intensidad dramática, puede encuadrarse en las corrientes naturalistas de Zola, introducidas en Cataluña por Narcís Oller. Pero el buen gusto de la escritora hace que se mantenga siempre dentro de una atinada contención. El ambiente de “Soledad” es trágico, a lo que contribuye el impresionante decorado en el que transcurre la novela, la abrupta geología de los roquedales y su abrumadora soledad. Tal vez alguna escena excesivamente costumbrista, aunque bella en sí misma, se despegue del tono general de la obra, pero indudablemente es ésta una de las más importantes obras de la literatura catalana de la época. Presenta la autora a una mujer joven que, ante la indiferencia de su marido, se siente hambrienta de afecto, pero que sabe mantenerse en su sitio ayudada por la sana personalidad del pastor, impregnado de bondad y de sabiduría milenaria. A lo largo de la novela se desliza alguna ligera pincelada anticlerical.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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