Romancerillos tardíos

«El Romancero» ocupa un lugar privilegiado en la poesía española. Los romances, que nacieron para ser cantados por anónimos juglares desde el siglo XV, siguieron siendo transmitidos oralmente. Durante ese tiempo, «El Romancero» ha influido en la literatura considerada culta, de forma inusitada en la generación del 27, que se nutría a su vez de la savia de aquella. De otra parte, en su vertiente más despreciada, la del romance de ciego, sirvió de crónica social e histórica de nuestro país hasta hace pocas décadas. Se ofrecen en este volumen una breve antología de los últimos romances que se incorporaron.

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