Me debes un beso

La acción de esta novela arranca del único encuentro de una estudiante de bachillerato con un joven universitario con motivo de un día de fiesta dedicado al ayuno voluntario a favor de los más necesitados. Tras conocerse, pasan juntos varias horas de la tarde, contándose detalles de su vida y de sus familias y de sus aspiraciones y proyectos para el futuro. Aunque al despedirse, ella le da a él su número de teléfono, anotado en una servilleta de papel los días pasan sin recibir su llamada.
La obra narra la espera, primero ilusionada y paciente, después triste y resignada de la chica y los nervios de él, que perdió por accidente el número de teléfono y trata de localizarla, con poco éxito. En capítulos alternos, cada uno evoca sus recuerdos y añoranzas del otro y el efecto que las pocas horas que pasaron juntos causó en ambos. A través de este planteamiento argumental, la autora expone sus ideas sobre el amor, el noviazgo y las relaciones familiares, en términos sencillos, expresivos y claros, muy adecuados al gusto y mentalidad de los lectores a los que se dirige. Tanto los recursos técnicos como los de forma son muy elementales, propios de un escritor inexperto y con una personalidad narrativa todavía poco formada. La ambientación, en una ciudad del norte de Castilla, está apenas perfilada y el estilo tiende al uso de frases hechas y tópicos. Sin embargo, a pesar de estas carencias, la trama logra transmitir un sentido de la vida consecuente, lleno de confianza y equilibrio afectivo descrito de modo atractivo y muy actual, con expreso rechazo de la confusión entre amor y sexo. Lucía Martínez Alcalde (Burgos, 1989) estudió Periodismo y Filosofía y esta fue su primera novela.

© Reseñas bibliográficas TROA.

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