Marcela y sus amigas

Marcela no puede parar de moverse ni un segundo, y eso que la abuela le repite cada tarde que esté quieta y en silencio un rato. Pero ¡hay tantas cosas que hacer! Como hablar con las flores del jardín. Finalmente, será el trabajo en el jardín el que logre unir a ambas. Una tierna historia que anima al acercamiento entre abuelos y nietos desde el respeto y la comprensión.

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