Los hermanos Bravo

Los padres de los hermanos Bravo regentaban un hostal de carretera. Desde la construcción de la autovía apenas pasaba nadie por allí. Pero un día llegó un hombre moreno con una estrella tatuada en el antebrazao izquierdo y un Alfa Romeo. Juan, Rafa y Eduardo ni siquiera habían imaginado subirse a un coche como aquel.

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