Léxico familiar

Relato autobiográfico en el que la autora refleja su niñez y juventud, época en que la familia Levi -el apellido de soltera de Natalia Ginzburg– residió en Turín. La acción se extiende durante los años 20 y 30, y acaba con un capítulo dedicado a la guerra y posguerra. Esta obra fue galardonada con el Premio Strega en el año l963.
N.Ginzburg (1916-1991) afirma que nada es ficticio en este libro, ni siquiera los nombres, pero ha omitido muchos recuerdos, en especial los que le atañían a ella directamente. Así, no se trata de una crónica detallada sino de una reconstrucción de ambiente, basada sobre todo, como indica el título, en las palabras, en el «Lexico familiar«. Los modos de expresión de los Levi son el elemento básico que se emplea para evocar el perfil psicológico y la forma de vivir de los miembros de una familia judía de clase media, burgueses antifascistas, proclives al socialismo y al progresismo intelectual. Con su peculiar estilo, pausado y de muy compleja sencillez, traza retratos humanos llenos de vida y escenas domésticas muy singulares, casi únicas por el modo de presentarlas, y que se leen como ficciones aun sabiendo que formaron parte de la realidad.
El judaísmo de los personajes es sólo un signo de no pertenencia al contexto católico en que viven, entendido como una negación y un rasgo diferenciador. Por lo demás, nada les distingue de convecinos y compatriotas en lo externo, e incluso su conducta social se rige de acuerdo a normas semejantes. Únicamente se aprecia el vacío que provoca la ausencia de Dios y el intento de llenarlo con aspiraciones intelectuales y de activismo político, aunque tampoco se ponga mucho esfuerzo en hacerlo.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa

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