La guerra de los Vénetos

En el año 57 a. C., los galos de las orillas atlánticas, inclusive los vénetos, se vieron obligados a someterse a la autoridad de César como gobernador. Tuvieron que firmar tratados y entregar rehenes como señal de buena fe. Sin embargo, en el año 56 a. C., los vénetos capturaron a algunos de los oficiales de Julio César mientras estaban buscando alimento dentro de sus territorios, intentando usarlos para intercambiarlos con los rehenes que César les había obligado a entregar. Enojado por lo que consideraba una ruptura de la ley, César se preparó para la guerra. No obstante, los vénetos constituyeron un importante impedimento para César. Acostumbrados los romanos a utilizar barcos de proas y cubiertas bajas, de las usadas en el Mediterráneo, fueron unos rivales formidables en el mar para las legiones de Roma.
Antes que Vercingétorix, ya “La guerra de los Vénetos” le produjo bastantes inconvenientes y problemas a Julio César durante la conquista de las Galias, dado que eran expertos marinos y guerreros indomables. Además, sus ciudades eran consideradas como inexpugnables.
Jean Coué nos introduce en el ambiente histórico y entre los personajes de ambos bandos apresados en el gran torbellino de la historia. El mar, el bosque, los menhires, el viento… todo tiene vida propia y es protagonista.
©Reseñas bibliográficas Biblioteca de Tajamar.

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