La estrategia del agua

La muerte de un hombre de treinta y ocho años, comercial de software especializado, parece un crimen por encargo a consecuencia de un ajuste de cuentas entre narcotraficantes y consumidores morosos. Sin embargo, se va descubriendo que la víctima compraba droga sólo de modo excepcional y se perfilan otras pistas, relacionadas con su ex mujer y la pugna que ambos sostienen por la custodia de su hijo. Es la base de la trama de “La estrategia del agua.

El ya brigada Bevilacqua y la sargento Chamorro llevan a cabo la investigación apoyados sobre todo en escuchas a los teléfonos «pinchados» de los principales sospechosos. Esta pareja de guardias civiles, protagonistas de otras novelas anteriores de Lorenzo Silva, trabajan de modo minucioso y eficaz, pero sobre todo el brigada, sin hacerse muchas ilusiones acerca del castigo que vayan a recibir los culpables, ya que la experiencia les ha hecho escépticos respecto al funcionamiento de la justicia. La obra se aproxima al género negro por la dureza del estilo, la sordidez de los móviles del crimen y la bajeza de unos personajes de apariencia honorable. En cambio, el joven asesinado -un divorciado que por cariño a su hijo soporta todo tipo de ruindades de su ex mujer- y la juez encargada del caso constituyen la parte contrapuesta de la historia con su conducta sin dobleces. El lenguaje, tanto de los defensores de la ley como el de quienes la infringen, es bastante crudo.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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