La cueva de los Doblones

Durante unas vacaciones de verano en un pueblo manchego cercano a Extremadura, dos chicos y una chica juegan a buscar tesoros con el detector de metales perteneciente al tío de uno de ellos. Accidentalmente, en las ruinas de un pueblo abandonado, tropiezan con una tumba que contiene un esqueleto con una cadena de hierro colgada al cuello en la que está enganchado un gran medallón de oro. La obra narra las pesquisas de los protagonistas para averiguar el origen del medallón y el nombre del difunto enterrado con él. Su búsqueda implica pedir ayuda a otro chico, que es uno de los pocos que tienen en su casa acceso a Internet en el pueblo. Al recurrir a la Red, el grupo atrae la atención de otro internauta de origen sudamericano que reconoce el medallón como un objeto propio del pueblo al que étnicamente pertenece y del que se propone apropiarse como sea. La acción narra el curso de las averiguaciones de los cuatro personajes centrales y el acoso al que les somete su perseguidor que está a punto de costarles la vida. El argumento, escrito por Julio César Romano, gira en torno a una trama de intriga donde se alternan elementos propios de las historias de fantasmas, mezcla que resulta eficaz para mantener tensa la atención del lector. La ambientación está bien conseguida y los personajes dan ejemplo de actuación en equipo, bien coordinada, por encima de disensiones particulares, con vistas a lograr el objetivo propuesto: aclarar el secreto del medallón y encontrar el tesoro al que éste conduce.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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