La corte de Carlos IV

El gran friso narrativo de los “Episodios Nacionales” fue el excelente vehículo que usó Benito Pérez Galdós (1843-1920) para recrear en él, novelescamente engarzada, la totalidad de la compleja vida de los españoles -guerras, política, vida cotidiana, usos populares- a lo largo del agitado siglo XIX. El segundo episodio de la primera serie es “La Corte de Carlos IV“, el nuevo escenario de las andanzas de Gabriel de Araceli, que después del combate de Trafalgar pasa a Madrid. Criado primero de una actriz y después de una aristócrata, en este episodio Araceli participa como testigo privilegiado de las diversiones, rivalidades e intrigas que enfrentan a los partidarios y enemigos tanto del favorito Godoy como del príncipe Fernando, y que preludian la invasión francesa y la Guerra de la Independencia.

La obra describe el ambiente social y político de Madrid en 1807. Entonces la sociedad española denostaba a Godoy, dirigente principal del gobierno, que había ascendido desde una posición modesta gracias a la predilección de la reina y el consentimiento del monarca.

La novela de Pérez Galdós describe simultáneamente las intrigas políticas de la corte madrileña y el no menos tumultuoso devenir de la tradición dramática. El narrador de la historia además de criado de la actriz trata también con algunos allegados a la corte. La trama es rica en intrigas cortesanas y deriva en un ambicioso desenlace durante la representación en la casa de unos nobles de una famosa tragedia de Shakespeare.

Reseña del Editor.

1 Comentario

  1. En segundo de los Episodios Nacionales, Galdós traslada a su protagonista hasta Madrid, donde ejerce de criado de varias mujeres metidas en los entresijos del arte dramático y de la política. Es un cambio radical que solventa con su forma de escribir. Aquí no encontramos la acción trepidante de la batalla, sino de las intrigas amorosas y políticas.

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