Galdós

Federico C. Sainz De Robles había escrito y afirmado que los cuatro más grandes «no madrileños de Madrid» eran un pinciano, Felipe II; un sevillano, Diego Velázquez; un baturro, Francisco de Goya, y un canario, Benito Pérez Galdós. A este último lo consideraba cronista oficial o cronista de la Villa de Madrid -aunque nunca ostentó el título-, por un hecho cronológico; Galdós había llegado a la Villa y Corte en 1862, y a Mesonero Romanos le habían nombrado cronista de la Villa en 1864.
Galdós” historió todo el siglo XIX español. Mesonero Romanos vivió con los mil ojos de Argos aquella primera mitad del siglo desconocida por el novelista. Y, sin embargo, el insuperable cronista madrileño declaró que el novelista genial conocía tan bien como él aquellos tiempos. Si para narrar bien la historia, o hay que haberla vivido, o hay que haberla presentido, no cabe otra solución que conceder a “Galdós” la suprema emoción de quien intuye la verdad por corazonadas. […] Ni el más severo de los historiadores ha podido acusar a “Galdós” de apartarse de la verdad o de tergiversarla. Porque conviene advertir que cuando don Benito suma a lo histórico lo novelesco, no lo confunde.

Deja un comentario