Etty Hillesum. Un itinerario espiritual

Diario de una joven judía neerlandesa, escrito entre 1941 y 1943, que testimonia su evolución psicológica, su amor e inquietud religiosa hasta su deportación junto con su familia en el campo de concentración de Auschwitz. Mujer inteligente, de complejos sentimientos, diplomada en jurisprudencia, amante de la filosofía que comenzó psicología cuando estalló la guerra. Consiguió trabajo cono dactilógrafa en el consejo hebraico, organización bajo el dominio de los alemanes que le permitió ser puente entre nazis y judíos y trasladar correo de la resistencia. Su experiencia le lleva a un proceso de interiorización del sufrimiento que canaliza a través de la experiencia mística y amorosa, una espiritualidad algo difusa y sin adscripción a ninguna religión, ensamblada con su relación sentimental con el psicólogo Julius Spier, al que denomina simplemente J, quien actúa como terapeuta y amante de Etty.
Estas páginas ofrecen un excelente estilo literario y muestran un espíritu cultivado, notable acento lírico y una gran influencia de Rilke, al que cita con frecuencia. Se trata de un diario, escrito a veces con lenguaje simbolista, en el que se ofrece una mirada muy personal hacia el Holocausto. Sus fragmentos, impregnados de sentimiento, dramatismo y reflexión, dejan advertir su “itinerario espiritual” y psíquico, en el que hay dudas, preguntas y una resignación final, sentimientos inestables comprensibles dada la situación de su autora. El núcleo fundamental, sobre todo en la última parte, lo constituyen sus oraciones, a veces estremecedoras, junto a anhelos eróticos y sensaciones indefinibles. El libro tuvo gran resonancia en Holanda al tratarse de una persona que se entregó voluntariamente en solidaridad con el pueblo judío.
Etty Hillesum (Middelburg (Paises Bajos), 1914 – Auschwitz, 1943).
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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