Elogio y refutación del ingenio

Estas páginas de José Antonio Marina analizan los diferentes procedimientos que el ingenio humano adopta para evadirse de la seriedad y buscar la fruición del divertimento. La obra ha obtenido el Premio Anagrama de Ensayo.

El tema, sumamente atractivo, unido a la exposición brillante y amena, hace que el libro se lea con gran interés. El autor, sin perder de vista un tono de alta divulgación, hace un alarde de erudición, aportando numerosas citas. Así, desde la picaresca al Barroco, de Quevedo a Valle-Inclán, de Cicerón a la moderna técnica publicista, pasa revista a las diferentes manifestaciones ingeniosas, distinguiendo matices como la agudeza, la comicidad, la ironía, el casticismo o la sátira, diferenciándolos de los frutos amargos, como el cinismo, la causticidad, las burlas o los timos. Gran parte del trabajo consiste en la investigación del valor semántico del lenguaje, aunque también hace sus escarceos filosóficos -esta vez con menos fortuna- o aporta juicios sobre ciertas manifestaciones del arte contemporáneo.

Para el autor, el ingenio es una válvula de escape, una instintiva búsqueda de lo festivo que cumple una función necesaria. Sin embargo, en su “Elogio y refutación del ingenio”, le concede un valor de normativa existencial basada en la ‘renuncia a servidumbres culturales o morales’ y nutrida de la «libertad desligada». Esto, en sentido estricto, podría conducir a conclusiones relativistas, pero el libro se limita a brindar una reflexión amable sobre el sentido del humor.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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