El pobrecito hablador

Mariano José de Larra (1809-1837) inicia hacia 1832 una sátira correctora y un costumbrismo crítico que lo destacan de los demás articulistas españoles de la época y son característicos de los únicos catorce números de la publicación periódica que se conocerá como «El pobrecito hablador«, ampliando así la significación de uno de los seudónimos. La defensa de la razón, la libertad y la verdad ilustran los escritos de Larra, que lo convierten, gracias también a su madurez estilística, en referencia del periodismo liberal español de todo el siglo XIX.

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