El país de los espejos rotos

Los reyes de un país apacible sienten un gran disgusto al nacer su hija primogénita y ver que es un bebé feísimo. En consecuencia, deciden ordenar la destrucción de todos los espejos del reino y ser así “El país de los espejos rotos” para que, al crecer, la princesa nunca pueda verse como es. Sin embargo, la tentación del decorador real de conservar el más bello espejo del palacio y la crueldad de un niño frustran el deseo de los reyes. La obra de Marisol Artica Zurano, escrita con lenguaje un tanto afectado y arcaizante, contiene un mensaje positivo sobre la auténtica belleza, que es interior, pero expresado de una forma que trasluce en exceso su intención ejemplarizante.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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