El hombre eterno

«El hombre eterno» surgió como respuesta al «Outline of History» que escribió H. G. Wells, prolífico autor novelístico, sobre todo de ciencia ficción, amigo personal de G. K. y frecuente polemista con él. Es un ensayo de psicología centrado en el estudio de la naturaleza humana, considerada en su doble calidad material y sobrenatural, como culminación de un proceso ordenado de acuerdo con un plan superior establecido por voluntad del Creador. G. K. Chesterton (1874-1936) fue una de las figuras más destacadas del pensamiento británico del siglo XX, y después de convertirse al catolicismo defendió en su obra intelectual y literaria los valores de su nueva fe religiosa.

La obra examina el concepto de ser humano racional, dotado de cuerpo físico y alma trascendente. Se rebaten con claridad las teorías del evolucionismo desarrolladas a partir de Darwin, sobre las que ironiza por considerarlas simplificadoras y carentes de rigor científico. Siguiendo el curso de la historia, se centra en la misión desempeñada por el pueblo de Israel y reconoce las aportaciones de la cultura griega y romana, que permitieron la expansión posterior del cristianismo. Rechaza con sólidos argumentos el materialismo histórico de Marx y niega que los procesos económicos puedan ser considerados como el motor y la justificación del progreso. Los capítulos dedicados a la persona de Jesucristo se basan en los relatos evangélicos, siempre interpretados sobre el mensaje del amor y la redención del hombre tal como lo enseña el magisterio de la Iglesia. El estilo, suelto y ágil, muestra el notable vigor literario que caracteriza la obra narrativa de Chesterton, reconocido como uno de los mejores prosistas ingleses de su época.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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