- Título original: The Ragman's son
- Autor: Kirk Douglas
- Editorial: B
- Traducción: Iris Menéndez
- Nº Registro: 5267
- Género: Biografía
- Edades: Todos
- Tipo: Normal
Kirk Douglas (Nueva York, 1916). Uno de los seis hijos de una familia de inmigrantes rusos, cambió su nombre por el de Isidore Demky en un primer momento, y más tarde sería conocido como Kirk Douglas. Tuvo que trabajar duro para acceder a sus primeros estudios en la St. Lawrence University y más tarde terminó ingresando en la American Academy of Dramatic Art, pagando sus estudios con las ganancias obtenidas en combates de lucha. Acabó siendo una de las estrellas de Hollywood más conocidas. Por su extensa y reconocida carrera, recibió un premio Oscar honorífico en 1996. Es padre del también actor Michael Douglas.
Cuando los grandes estudios quisieron domesticar a Kirk Douglas, no sabían a quién se enfrentaban. Él se las ingenió para producir sus propias películas. Quienes le conocían no se sorprendieron: Douglas, nacido Issur Herschelevitch Danielovitch en 1918, había pasado ya por todas las guerras. Sus padres eran rusos emigrantes, procedentes de la pobreza y de los pogroms; el padre se convirtió en trapero para sustentar a la familia y él mismo lio hatos de trapo en más de una ocasión. Esta fue la infancia de quien tal vez sea el último de los grandes. Su vitalidad y su tremenda fortaleza han hecho de él un ser emblemático dentro del mundo del cine: Kirk Douglas es hoy el símbolo del gran sueño norteamericano, el chico pobre convertido en rey del mundo por su propio esfuerzo. Cada uno de sus pasos tiene en ‘El hijo del trapero’ un reflejo puntual, a veces tierno, otras abrumador, pero siempre sincero. En estas memorias, muy bien escritas, Douglas repasa su muy azarosa vida desde sus humildes orígenes neoyorquinos hasta la plenitud de su brillante carrera. Además de contar decenas de interesantes episodios de su estelar trayectoria como intérprete y de comentar sus relaciones profesionales con infinidad de figuras de Hollywood, Kirk deja constancia de su faceta como coleccionista incansable de amantes famosas, de su carácter iracundo y de la actitud distante que mantuvo durante la Caza de Brujas.