El enfermo imaginario

El pobre Argan está enfermo y pasa todo el día en cama, quejándose y pendiente de los remedios que le prescriben unos médicos más deseosos de ganar dinero a expensas de la enfermedad que de cortar de raíz sus causas. Y por si ese tormento fuera poco, su hija Angélique se ha enamorado del pretendiente equivocado. Por suerte ahí está Toinette, la criada, que no es médico, pero tiene remedio para todo.

Nos propone Moliêre este “enfermo imaginario” como divertimento, pero también como aprendizaje en dos asuntos muy importantes: el saber calibrar a los demás y a nosotros mismos, por una parte, y en la otra que en el amor no solo hay que atender al corazón, sino poner la cabeza para hacer las cosas bien.

©Reseñas bibliográficas Biblioteca de Tajamar.

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