El camino de Santiago

Pocos testimonios medievales españoles han tenido tanta participación extranjera y propia como «el Camino de Santiago«. Desde sus orígenes este camino fue no solamente un itinerario físico sino también una ruta de peregrinos de todo el mundo, que guiados por el Apóstol se abrían a un mundo de contrastes e imposibles milagros. En este número escrito por Fernando Aznar pedimos al lector que nos acompañe en este recorrido para ser testigos de la invención o descubrimiento del sepulcro de Santiago, de los peregrinos del camino, los peligros del mismo y las joyas de la arquitectura románica que hallaban a su paso. Sin embargo, no solo fue un camino espiritual y religioso, sino también político y comercial. Pocos casos en el Medievo reflejan mejor la articulación de la sociedad feudal, en la que confluyen los intereses de gobernantes con los de la Iglesia. Nos ponemos pues calzado cómodo, les deseamos una buena andadura y que regresen con la concha del peregrino al cuello en este recorrido por el Camino de Santiago en la Edad Media.

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