El caballo de agua

Después de una noche de tormenta, en marzo de 1930, dos hermanos, niño y niña, que viven en Escocia a la orilla del mar, salen con su abuelo y su madre a recoger la madera que el oleaje haya dejado en la orilla. Mientras los adultos la preparan, los niños encuentran un extraño huevo y deciden llevárselo a casa a escondidas y meterlo en la bañera con agua. Al día siguiente ha salido de él una cría de kelpie, un simpático monstruo marino de la mitología celta, tan comilón como juguetón. La acción narra los esfuerzos de toda la familia, incluido el padre cuando no está a bordo de su barco mercante, por criar y mantener oculta a su mascota, a la que van trasladando cada vez a un lago más grande de los muchos que hay en tierras escocesas, a la vez que la enseñan a no dejarse ver por desconocidos. Al final terminan dejándola en el Lago Ness, en 1933, dando lugar al inicio de una leyenda. “El caballo de agua”, muy bien escrito por Dick King-Smith, con un estilo que combina un máximo de sencillez con un alto grado de calidad, narra una historia amable, en tono afectuoso y con abundantes rasgos de humor, manteniendo cierta intriga sobre cuál será el destino final del kelpie.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

Deja un comentario