El bosque animado

Wenceslao Fernández Flórez, periodista y novelista gallego (1885-1964), abandona en esta obra, publicada en 1943, su conocida línea satírica para ofrecer al lector una descripción cálida y poética de la dura vida de la gente gallega en el escenario fantástico de la fraga, y mostrarle el alma galaica, imaginativa y sencilla, en toda su rica profundidad. La obra, muy bien escrita, con elementos poéticos, costumbristas y humorísticos, supone un despliegue de rica imaginación y lleva consigo una acertada defensa del medio ambiente.

La aldea gallega de San Salvador de Cecebre tiene una fraga cuyos habitantes son seres animados: hablan los pinos, las truchas o los gatos. El propio autor lo dice: «Este es el libro de la fraga de Cecebre». En ella habitan un asaltador de caminos, Xan de Malvís o Fendetestas, el ánima en pena Fiz Cotovelo, el topo Furacroyos. Todos los seres, humanos, animales y vegetales, son integrados en la fraga. Y al fondo, la conmovedora historia de los amores de Geraldo y Hermelinda. Un libro poético, aunque sin soslayar el realismo de la vida campesina.

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