El arpa de hierba

La novela, escrita en 1951, es una divertida fantasía de niños y viejos que se han quedado o han vuelto a la infancia, y desde aquí elevan su ingeniosa e inofensiva protesta contra el mundo adulto. La obra pertenece al primer periodo del autor -Nueva Orleans, 1924-Los Ángeles, 1984-, en el que la tendencia sudista no había dado aún paso a sus decorados neoyorkinos.
El relato, en primera persona, capta inmediatamente el interés del lector, introduciéndole en un mundo lleno de encanto y espontaneidad donde los personajes se mueven con la libertad natural e ingenua soltura propias de la descomplicada mentalidad infantil. El estilo, desenvuelto, expresivo y lírico, manifiesta la maestría narrativa del autor, que con humor crítico y habilidad habla de los grandes temas humanos -el amor, la libertad, la comunicación, etc., indirectamente, por medio de la sencillez de sus personajes. Las descripciones coloristas, de gran belleza plástica, el humor, la riqueza léxica y la agudeza psicológica hacen posible una gran precisión dentro del reflejo de la realidad. Su autor, Truman Capote, no se resiste al atractivo de sus personajes y los pinta con ternura y simpatía, viejos-niños que cuentan sencillamente sus aspiraciones más hondas en la copa de un árbol y que reniegan de la industrialización o de la ley que coarta su libertad inofensiva. Hay alguna alusión erótica que no es descriptiva.
© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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