Arquímedes el despistado

Aunque tuviera pinta de pasarse el día en las nubes, en la gigantesca barba de Arquímedes no había un solo pelo de tonto. Podía levantar barcos con la fuerza de una mano, fue uno de los más grandes detectives de la historia y se las ingenió para defender su ciudad de todo un ejército con la única ayuda de unos espejos. Así que cuando dijo: Dadme una palanca y moveré el mundo. muchos se echaron a temblar y nadie quiso dejarle una.

En las páginas de este volumen Luis Blanco Laserna narra la historia de Arquímedes, el gran matemático de la antigua Grecia que llevó a cabo descubrimientos decisivos (como el principio de la palanca y el de flotabilidad).

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