Este relato recoge las observaciones y experiencias de Josep Pla (Palafrugell, 1897) durante un “viaje en autobús” a través de varios pueblos de la Maresma y del Bajo Ampurdán.
Publicada en 1942, esta obra fue redactada originalmente en castellano, lo que, según el autor, significó para él un considerable esfuerzo. Está escrita con estilo ágil y suelto, y retrata una época determinada en la vida española: los años de la posguerra, del racionamiento, del estraperlo, de la escasez de gasolina y las malas carreteras. En sus meditaciones de viajero hay una visión fresca y juvenil de los pueblos y sus habitantes, que ofrece el valor de un cuadro de costumbres locales. A través de las descripciones del paisaje, que encierran una gran riqueza de matices y precisión de detalles, se percibe el gran cariño del autor por su tierra natal. El libro es una alabanza de la vida rural y del saber disfrutar de costumbres amables e insignificantes: la contemplación de la naturaleza, una tertulia alrededor de la lumbre o una comida bien condimentada.
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