Trino: Rimas y leyendas. Marianela.Yerma. La casa de Bernarda Alba

Bécquer publicó la mayoría de sus “Leyendas” de forma irregular, en formato folletín o novela por entregas, en un margen de 6 años, de 1858 a 1864, en varios periódicos madrileños de la época, como son el gran periódico centrista español El Contemporáneo, en el que ejerció como redactor, o La Crónica de Ambos Mundos y La América. Ese tipo de difusión condicionó en gran manera la temática y el momento de publicación de cada una. El Monte de las Ánimas se publicó poco antes del día de Todos los Santos, Maese Pérez, el organista, en Navidad, y El miserere, en Semana Santa. Además, la publicación de algunos de ellos en varias entregas, como Rayo de Luna, hizo que su estructura variara un poco para mantener la intriga durante todo el relato. Tras su muerte en 1870, sus amigos las publicaron en una edición que incluía las “Rimas”, que en un principio iban a ser costeadas por uno de los ministros del momento, Luis González Bravo, de Unión Liberal. Con un prólogo de Rodríguez Correa, la obra se editó en dos volúmenes con el título de “Rimas y Leyendas”, en 1871, para ayudar a la viuda y sus hijos económicamente. En sucesivas ediciones se iría ampliando la selección, que a partir de la quinta la obra ya constará de tres volúmenes. Actualmente, se pueden encontrar diferentes versiones de “Rimas y Leyendas”, dependiendo de la editorial y la edición, en las que varían las obras escogidas.

Novela sentimental que narra la idílica amistad del hijo ciego de un rico hidalgo y una muchacha pobre, huérfana y de cuerpo desmedrado, que le sirve de lazarillo. Cuando un médico opera al invidente, la infeliz “Marianela” comprende que su amigo podrá comprobar que no es como él la había imaginado.
La obra (1878) precede a la etapa naturalista de Benito Pérez Galdós, aunque ya la anticipa en ciertos puntos. El argumento es sencillo y también lo es su desarrollo lineal, que dura pocos días y se reduce a unos cuantos sucesos en torno al momento clave de la operación quirúrgica y su éxito. Los personajes que rodean a la pareja central son más abstracciones representativas de tipos humanos que seres individualizados con características propias. Constituye el auténtico nudo novelístico el choque entre el extremado idealismo que envuelve la relación de “Marianela“con su amo y el realismo simbolizado por la aparición del oftalmólogo, ejemplo típico del sabio positivista que sólo cree en la razón y el progreso. Víctima de este encuentro muere “Marianela”, la más débil, en un desenlace que encierra todavía algo de romántico y pone de manifiesto que el autor no estudiaba muy a fondo el perfil psicológico de los personajes, sino que los hacía actuar por vías fáciles y convencionales. El estilo, frondoso y declamatorio, tiene pasajes muy bien conseguidos junto a otros que hubieran requerido una labor de depuración. Las tesis que aquí se desarrollan son muy características del autor: entusiasmo por el progreso y la ciencia, crítica del conservadurismo burgués e interpretación filantrópica del regeneracionismo social, muy dentro del pensamiento liberal decimonónico.

Yerma”, pieza teatral dramática del poeta y dramaturgo español García Lorca, en la que desarrolló con mayor amplitud y relieve uno de los temas centrales de su obra: la esterilidad y la fecundidad. Esta obra forma parte de una ‘trilogía dramática de la tierra española‘ y en ella la protagonista, “Yerma”, expresa su lamento por el hijo no nacido. El drama se convierte en un canto trágico y bellísimo de la esterilidad, de la maternidad frustrada. Se trata de una de las obras cumbres del autor. El espíritu desgarrado que le envuelve, aconseja limitar su lectura a un público algo formado.

 

Drama en tres actos de ambientación andaluza. En él se refleja el duro trato que una madre da a sus cinco hijas solteras, a las que mantiene encerradas en casa por el luto de su marido. Ante esta situación las hijas se rebelan porque, siempre vestidas de negro y sin poder salir a la calle, no tienen esperanza de encontrar un novio, que sería el único modo posible de abandonar un hogar en el que no son felices.
La obra pertenece al género del drama rural, con claras connotaciones sociales definidas a partir de unos personajes femeninos cuya psicología aparece forzada a extremos de estereotipo. Todo lo que en ella sucede es triste, sórdido, cruel y amargo, sin ninguna luminosidad ni alegría, en una caricatura de la vida en los pueblos, donde la estrecha convivencia de pocos vecinos impone conceder atención especial a los convencionalismos. Únicamente la fuerza expresiva de Lorca y su dominio del lenguaje, lleno de poesía incluso al escribir en prosa, logran dar viveza a este mundo petrificado que rodea “La casa de Bernarda Alba”. La obra gira en torno a un problema de avidez y frustración sexual, planteado con crudeza, aunque expresado con moderación formal.

Colocado entre los Libros en teatro por respeto a la colección, aunque hay poesías, leyendas y una novela.

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