Memoria del comunismo

Columnista en diversos medios de prensa, y director de programas radiofónicos, Federico Jiménez Losantos (Orihuela del Tremedal, Teruel, 1951) presenta en “Memoria del Comunismo” un análisis crítico de esta ideología en sus diversas variantes doctrinales y prácticas.
La obra, de carácter autobiográfico, se articula en torno a la trayectoria humana, intelectual, política y profesional del autor, desde los años de infancia y primeros estudios de instituto, hasta incorporarse a los movimientos de rebeldía en las universidades de Zaragoza y Barcelona. Cuenta con detalle la deriva de su pensamiento dentro de los sectores de la izquierda, que le llevaron a militar en las filas del Comunismo, aunque dedicado más bien a labores de índole cultural que al activismo de agitación y propaganda político-social. Según testimonio del propio autor, debido a su carácter independiente se negaba con frecuencia a seguir la rígida disciplina impuesta por el aparato del partido, actitud que le planteó desde el principio serios problemas con la dirección. La lectura en 1976 del impresionante relato Archipiélago Gulag en el que A. Solzhenitsyn denunciaba los crímenes de la URSS contra millones de condenados en los campos de trabajo, unida a la visita a la China de Mao le convencieron de la falsedad y perversión del marxismo. A continuación, Jiménez Losantos va desmontando con sólidos argumentos, una a una, las utopías sociales del comunismo y demuestra cómo llevadas a la práctica han degradado la dignidad del hombre, negado radicalmente la libertad y los derechos individuales y causado la muerte de más de 100 millones de personas en los países donde han gobernado. Dedica especial atención al caso de la revolución social promovida en la España republicana que desembocó en la cruenta Guerra Civil de 1936-39. Atribuye la responsabilidad del conflicto a los sindicatos de filiación marxista, desde la UGT socialista de Largo Caballero al anarcosindicalismo de la CNT y la FAI. El autor considera que el comunismo, tras la caída de la Unión Soviética, sigue vivo, encarnado por las corrientes demagógicas que representa en España el partido Podemos de Pablo Iglesias al frente de los movimientos antisistema, basados en los mismos principios ya utilizados por Lenin y su fiel seguidor el sanguinario Stalin. Losantos se sirve en esta obra del mismo estilo ágil de sus artículos de prensa, expuesto en ocasiones con el tono polémico de los programas de radio que dirige, sin dejar por eso de hacer referencias bien documentadas en apoyo de sus tesis. Aunque declara haber perdido la fe católica desde su juventud, alaba el heroísmo de los católicos españoles, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos que murieron por su fe, mártires del comunismo y víctimas del odio durante la Guerra Civil. Las críticas dirigidas contra la Iglesia del País Vasco y Cataluña, a las que acusa de apoyar el separatismo, no se refieren a cuestiones del dogma o la doctrina católicas, sino a la posición que el autor atribuye a la Jerarquía local en favor de los partidos nacionalistas.

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