- Autor: Gregorio Luri
- Editorial: Ariel
- Nº Registro: 184
- Género: Ensayo
- Edades: Adultos
- Tipo: Normal
No es la primera vez que Gregorio Luri escribe sobre la situación de la educación actual; siempre ha aportado sentido común y experiencia en una materia que se encuentra al albur de los expertos. En este caso, el filósofo catalán continúa su reflexión y detecta la causa de muchos de los males actuales de la enseñanza en el paso de la escuela moderna a la posmoderna y en el excesivo enfoque pedagógico.
Sin perder el optimismo, y con valentía, Luri explica lo nocivo de las nueva metodología de enseñanza que, sin apenas contrastación empírica, se han difundido en los colegios. Los alumnos han perdido así capacidad de aprendizaje y espíritu crítico. Pero lo más hiriente es el desprecio del conocimiento, que antes se consideraba una posesión preciosa. Muchas modas pedagógicas han servido solo para acentuar este proceso, que impide que el alumno acceda al saber y, por tanto, imposibilita del mismo modo el ascenso social.
Al hilo de esta crítica, Luri reivindica la escuela como lugar de adquisición de virtudes. Las más importantes de ellas, como el esfuerzo o la tenacidad, son totalmente despreciadas por el sistema académico de hoy, que premia la mediocridad especialmente. Se propone, en este sentido, un repaso por las ideas pedagógicas de modo -la pérdida de relevancia de la memoria, la aplicación de las nuevas tecnologías, etc.- para mostrar que muchas de ellas convierten al alumno en adultos fácilmente manipulables, en lugar de hombres responsables y maduros.
Además de explicar los resortes de la racionalidad educativa, Luri defiende, en la segunda parte de “La escuela no es un parque de atracciones”, el conocimiento como un fin en sí mismo. Se adentra después en los perjuicios y los riesgos, tanto actuales como futuros, a los que conduce esta concepción ideológica de la educación. Con sentido común, el maestro catalán muestra lo que la sabiduría clásica enseñaba: la educación es el mejor medio para que medren los que tienen más necesidades. Libertad y responsabilidad son las claves en las que los maestros ayudan a los alumnos a crecer.
En un momento como el actual, en el que se discuten las leyes educativas, esta sabia mirada sobre la educación, que es tanto un diagnóstico como un revulsivo, merece ser tenida en cuenta. Como afirma Luri, nos jugamos mucho: no solo la libertad, sino todo el porvenir que dejamos a nuestros hijos. Un libro recomendable para quienes estén interesados en la educación y sientan preocupación por la deriva de la misma. Su lectura es entretenida, muy formativa: un auténtico placer.
TROA.