Poco después del nacimiento de la filosofía, Platón planteó, utilizando la dúctil forma del diálogo introducida previamente por Sócrates, buena parte de los principales problemas que han ocupado desde entonces al pensamiento humano. El presente volumen recoge dos diálogos platónicos fundamentales. «Fedón» aborda principalmente el tema genérico de la muerte, argumentando sobre la pre-existencia del alma con respecto al cuerpo y sobre su inmortalidad. «Fedro» trata de la naturaleza del alma y en él, con la plasticidad de metáforas tan bellas como la del auriga y los caballos, Platón deja bien sentada la idea, de raíces pitagóricas, de que la propensión al bien o al mal del hombre radica en la esencia de la propia estructura del alma.