- Autor: Benito Pérez Galdós
- Editorial: Nivola
- Nº Registro: 15273
- Género: Novela histórica
- Edades: Todos
- Tipo: Normal
El gran friso narrativo de los «Episodios Nacionales» fue el excelente vehículo que usó Benito Pérez Galdós (1843-1920) para recrear en él, novelescamente engarzada, la totalidad de la compleja vida de los españoles -guerras, política, vida cotidiana, reacciones populares- a lo largo del agitado siglo XIX. En el tercer episodio de la primera serie, «El 19 de marzo y el 2 de mayo«, las intrigas cortesanas en que se ve envuelto Gabriel de Araceli trascienden del palacio a la calle y refuerzan el malestar popular y el odio al favorito Godoy, situación que culmina en el ‘motín de Aranjuez‘ , del que Gabriel es testigo, así como en los inmediatos sucesos que provocan la invasión de España por Napoleón y el ardoroso levantamiento de los españoles.
En las dos novelas anteriores Galdós había concentrado su atención en un único acontecimiento histórico, y sorprende que en ésta se recojan conjuntamente dos sucesos tan relevantes como el ‘motín de Aranjuez‘ (19 de marzo de 1808) y el ‘levantamiento de Madrid‘ contra los invasores franceses (2 de mayo de 1808).
El narrador, Gabriel de Araceli, continuará viviendo sorprendentes aventuras en Aranjuez y Madrid. A veces testigo, a veces participante en primera línea, este personaje sigue buscando su lugar en la inquieta e inestable sociedad de su tiempo. Dispuesto a acompañar a su novia Inés por todas partes, el joven protagonista se alarma mucho ante la aparición de los deshonestos hermanos Requejo.
Reseña del Editor.
Benito Pérez Galdós narra, a través del personaje Gabriel de Araceli las intrigas políticas que van saltando a la calle y que incrementan el odio a Godoy, muy generalizado en el pueblo. La situación culmina en dos momentos muy relevantes de la época: el motín de Aranjuez y el Alzamiento del 2 de Mayo en Madrid. La maestría narrativa del autor hace que el lector se sienta uno de los partícipes de los acontecimientos, como si estuviera estrujado entre la multitud de la Puerta del Sol durante la carga de los mamelucos. Galdós lleva el realismo a su cumbre en esta novela histórica.