- Autor: Roberto Santiago
- Ilustrador: Enrique Lorenzo
- Editorial: SM
- Nº Registro: 1350
- Género: Novela
- Edades: infantil
- Tipo: Normal
Sebastián Balbuena, un niño de once años, que vive en el madrileño barrio de Moratalaz, ha quedado perdido en el tiempo junto con su padre, su hermano y su hermana pequeña y una vecina y su hija, compañera de clase de Sebastián, al caer sobre ellos un rayo mientras circulaban en bici camino de su casa. En aquella ocasión aparecieron en un pueblo americano del Lejano Oeste y al intentar aprovechar otra tempestad para regresar a Madrid aparecen en una tierra fronteriza con Castilla, el Reino de Barlovento, en el año 1031, en plena Edad Media. Al darse cuenta de a donde han llegado, tratan de adaptarse a las circunstancias, ayudados por un caballero que es el único miembro de una orden militar a punto de extinguirse por falta de nuevas incorporaciones. El autor, Roberto Santiago, ofrece, en tono humorístico, una visión realista y divertida de la época a la que se refiere, pero también respetuosa, sin exageraciones caricaturescas. Tanto el protagonista como el resto de los forasteros del tiempo desean volver a su mundo, pero también descubren muchas cosas interesantes sobre el lugar y el entorno donde se encuentran y ofrecen a sus amistades medievales algunas ideas brillantes como la de organizar una Escuela de Caballeros para cubrir la falta de ellos que sufre el reino. La acción transcurre a un ritmo rápido, está concebida de forma que recuerda los guiones de serie televisiva y responde de forma primordial al propósito de entretener al lector a base de combinar texto, ilustraciones y viñetas de cómic. El estilo, carente de pretensiones literarias, es directo, coloquial y de fácil lectura. Concebida para entretener, “La aventura de los Balbuena y el último caballero”, segundo de una serie titulada “Los Forasteros del Tiempo” logra su propósito con una acertada suma de imaginación y humor y encierra en su contenido mensajes educativos acerca de la importancia de acoger sin prejuicios a los forasteros, de cualquier raza, siempre que colaboren a la tarea común de hacer mejor el lugar donde viven.
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