Ni la huida de Helena con el apuesto Paris, ni la codicia del griego Agamenón fueron las verdaderas causas de la batalla de Troya, la epopeya más cantada de todos los tiempos. Según Ares, dios de la guerra y narrador de esta historia, el origen de la disputa fueron los celos de las diosas Hera y Atenea cuando Paris eligió Afrodita como las más bella. Con tono desenfadado y sentido del humor, Ares va revelando a los lectores cómo los dioses son capaces de enredar las vidas de los hombres: Afrodita empuja a Helena al lecho de Paris; Apolo desvía la flecha envenenada que dispara Paris y la dirige al talón de Aquiles; Atenea y Hera urden todo tipo de tretas para favorecer a los griegos; Zeus inclina la balanza según su capricho a favor de unos o de otros… Finalmente, tras la victoria de los griegos y la destrucción de Troya, se inicia la vuelta de Ulises a Ítaca, narrada por Penélope, Telémaco y Laertes – la mujer, el hijo y el padre de Ulises-, el cíclope Polifemo, la pérfida Circe o los cien pretendientes de Penélope, testigos del emocionante regreso del héroe.
En un apasionante y divertido relato, la escritora holandesa Imme Dros, experta en Homero y autora de excelentes obras juveniles sobre las aventuras de Ulises, funde la Ilíada y la Odisea en una historia tan fascinante como las originales.