Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar

Durante un vuelo desde el Mar del Norte, una gaviota cae al mar y es atrapada por una marea petrolífera. Con enorme dificultad, logra llegar hasta Hamburgo y se posa en la terraza donde está un gato grande, negro y gordo, al que hace prometer que cuidará de su polluelo, que va a nacer, y a que le enseñará a volar.

El escritor y periodista Luis Sepúlveda (Chile, 1949) ha redactado una fábula ingeniosa, de gran sencillez en la forma y con un argumento original y amable: cuatro gatos del puerto de Hamburgo, amigos entre sí y con sentido del honor, ponen todos los medios a su alcance para que uno de ellos pueda cumplir lo que ha prometido a la gaviota momentos antes de que ésta muriera. Los diálogos son muy amenos, con humor y cierta ironía. El autor ofrece esa imagen positiva de solidaridad, sin denunciar con amargura ni desesperanza. Los gatos acaban acudiendo a un hombre pues, si bien ‘los humanos son imprevisibles, con las mejores intenciones causan los peores daños‘, muchos de éstos les ayudan. Destaca valores como el respeto, el afecto, aceptar las diferencias, etc.

© Reseñas bibliográficas Fundación Troa.

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