China, china, capuchina, en esta mano está la china

Una niña cogía una china o piedrecita y, poniendo las manos detrás, la ocultaba en una de las dos manos. A continuación, mostraba los dos puños cerrados y comenzaba la cantinela, mientras otra niña daba toques en una y otra mano alternativamente. Al acabar la canción, abría la última mano golpeada. Si era en la que estaba la china, la niña perdía y, si no, quedaba salvada. Se repetía la operación hasta que sólo quedaba una niña que no se hubiera salvado, que era la que “la paraba”.

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